¡Hola, mis queridas chicas!

El artículo de hoy va a ser un poco distinto a los que escribo habitualmente.

Como he comentado en otras ocasiones, no quiero que solamente me conozcáis en el ámbito profesional, sino también en el personal. Creo que es igual o incluso más importante, ya que es la mejor forma de poder conectar con todas vosotras, de sentirnos más cercanas, de empatizar.

Está claro que la vida no es un camino de rosas y que, de una forma u otra, la vida, nos ha dado muchas ostias, unas bastantes dolorosas que te dejan con la cabeza dando vueltas un tiempecito y otras un poco menos dolorosas, más llevaderas.

Mi madre siempre me decía… – Toñi, aprender a base de ostias es la forma más efectiva, pero también la más dolorosa- y cuánta razón tenía.

¿De qué os voy a hablar hoy?

De mi gran motivación de cada día, los que me ayudan a afrontar mis malos momentos. Los que están ahí incondicionalmente y los que hacen que siga luchando por mi sueño, por Bolsos Robles. Sin duda, son ellos, os presento a Mi familia.

Como ya comenté en el artículo que escribí “Como nació Bolsos Robles” … Mi madre falleció un día de reyes de 2017 (os podéis hacer una idea de los malos recuerdos que me traen estas fechas que están a punto de llegar, las navidades). A los meses de fallecer, fue cuando empecé a formar en mi mente mi idea de negocio.

Como se suele decir “Me lié la manta a la cabeza” y fui a por mis sueños.

Como cualquiera que decide emprender, estaba super ilusionada, siempre había tenido el anhelo de tener algo mío propio, de trabajar para mí y de conseguir todos mis propósitos.

Me encontré con comentarios de todo tipo desde… “emprender en internet es fácil, hay miles de personas” ¿Perdonaaaa? ¿Qué es fácil? ¿De que sirve que haya miles de personas si no llegas a ellas? Puedes tener el mejor producto del mercado, pero de nada te va a valer si no conectas con tu público, empatizas y compartes con él. Mientras veas a tu público con el símbolo del € en la frente… sinceramente mal vas.

También me dijeron… “Bueno mientras vayas sacando para cubrir gastos…” Aquí ya no supe ni como reaccionar, no sabía si reír… si mandarlo donde Cristo perdió el sombrero… Vamos a ver, seamos realistas, si decides de dar el paso a emprender y lo haces con las expectativas de que el primer mes vas a ganar mínimo para cubrir gastos…. De verdad ni lo intentes.

Así que al oír este tipo de comentarios fue cuando me dije… Toñi, comparte tu emprendimiento con alguien que de verdad te apoyé y no pisoteé tus sueños.

Si no hubiese sido por el apoyo de mi marido…

Es fundamental, cuando decides, emprender, hacerte empresaria, tener a alguien a tu lado que te apoye, que te anime, que te tienda la mano cuando te ves agotada, que cuando pases por momentos de bajón y te den ganas de dejarlo todo, te diga NO, tienes que seguir luchando, si no luchas por tu sueño… ¿Quién lo va a hacer?

Yo he tenido la grandísima suerte de tener a esa persona, mi marido. Desde el primer momento que le dije lo que quería hacer, me apoyó y me animó, incluso en los momentos en los que algo no salía bien y me daban ganas de tirar la toalla, él estaba ahí para recordarme que yo era fuerte, que me levantase y siguiese luchando. Que nunca olvidase por quién y a quién dedicaba mi negocio y el motivo de porque decidí llamarlo Robles, por mi madre.

Ella, siempre nos decía a mi hermana y a mí que, dentro de lo posible, ahorrásemos dinero para cualquier imprevisto.

Cuando falleció, guardé lo poquito que heredé de ella, con el pensamiento que me inculcó de pequeña “para cualquier imprevisto”.

Me costó mucho tomar la decisión de invertir su dinero en mi negocio, mi gran sueño. Siempre me decía… ¿Y si no funciona y lo pierdo todo? Era consciente de que ni con el dinero que tenía ahorrado, sería suficiente. Y ahí una vez más encontré el apoyo de mi marido, el cual me dijo… “No te preocupes, hago más horas en el trabajo, pero tienes que luchar por lo que sueñas”.

No es fácil queridas, no os voy a mentir. En mis momentos de bajón, miro la misma foto que os he compartido y miro a mis hijos, mi razón de ser, mi vida entera y mis energías se vuelven a cargar. Mi marido, mi gran apoyo. Tengo muy claro que sin ellos me habría rendido hace mucho tiempo. Ellos son mi motivación de cada día y por los que me levanto cada mañana con ganas de comerme el mundo.

A ti, que quieres cumplir tu sueño…

Da igual el tipo de sueño que sea, persíguelo hasta que se haga realidad. Quita de tu camino las personas negativas, destructoras de sueños, las que sus palabras no aportan nada, porque terminarán por meterte en su pozo.

Apóyate en quien te anima a seguir adelante, en quien confía en ti desde el primer momento y quien está para empujarte cuando ya no quieras continuar.

Vas a tener miles de tentaciones, te buscarás miles de excusas para no seguir (créeme, he pasado por eso), como por ejemplo… “he hecho todo lo que he podido” “es imposible” … esa palabra bórrala de tu diccionario y convierte todo lo imposible en, es posible.

Bueno mis queridas chicas, espero que el artículo de hoy, os haya ayudado. Y que sobre todo me vayáis conociendo más como persona.

¿Sabéis? Cuando escribo este tipo de artículos, una vez que termino, me siento como… aliviada, relajada. He sacado esa tensión que se va acumulando con el paso de los días. No es fácil hablar de los momentos duros o de las dificultades que una ha tenido y está teniendo para poder cumplir sus metas. Pero soy humana, como cualquiera y creo que sería bastante hipócrita por mi parte, solo contaros lo bonito y omitir las dificultades por las que hay que pasar para cumplir tus sueños.

Pero creedme cuando os digo que merece la pena.

Un besazo enorme para todas mis chicas.

Os quiero.

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